sábado, 1 de mayo de 2010

Negro no es blanco...

Soy tan distinta de cómo empecé… capas de piel se me han caído a tiras, como se quitan las viseras llenas de mosquitos los pilotos de fórmula 1. Esas capas morenas que guardaban escritas en sus células las partes más pequeñas y esenciales de mí. Esta palidez que me envuelve no es mía, es una confusión, un error de un mal momento. Reflejo todo, soy reflectante, nada me penetra por esta piel lechosa. No absorbo nada.

Estas ramificaciones enrevesadas y azules que suben desde mi pecho hasta mi cuello no son mías, nunca las había visto antes. Tengo un árbol azul q me estrangula entre el cuello y la capa blanca. Creo que sus raíces me han tocado demasiado adentro. Rozan zonas intocables. No siguen orden, ni sentido, sólo están ahí. Crecen demasiado, tocan demasiado lejos.

Es la época de la poda. Las ramas se sesgan para dejar sitio a nuevos brotes, brotes que no estorben. Las ramas viejas caen al suelo inertes, las ramas nuevas florecerán en unos meses. La vida se renueva.

Yo tengo que podarme. Cojo el cutter e imito el sonido de la motosierra. Una a una voy cortando todas las ramas azules de mi pecho, y sigo con las del cuello. No me sorprende que salga la savia roja y oscura. Mi piel recupera un color parecido al de antes con este nuevo tinte. Se me tiñen las blanqueces. Algo que por fin penetra en mi piel muerta y fantasmal.

Me veo roja en el espejo. Veo mis surcos arenosos blanquecinos tornarse marrón oscuro por este nuevo y sorprendente río. No hay porqué preocuparse, aunque ahora este negro, pronto crecerán nuevas ramas, y el negro no es blanco.

1 comentario:

  1. Dame ahora mismo ese cúter, ¿cuantas veces voy a tener que decirte que cortarle las uñas por las muñecas no es forma de ahorrar tiempo?, todo tiene su tiempo, todo el tiempo lo cura, hasta la tristeza, no hace falta acudir al negro, el blanco se tuesta al sol, abre las ventanas, ya lo verás, miles de besossssssss.

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